Para introducir este concepto vamos a partir de la definición de inversión, que es el uso que se da al dinero con ánimo de conseguir a cambio más dinero en el futuro.
Ahora la pregunta es ¿cuál es el riesgo de no hacer nada o no invertir?
Un ahorrador que no invierte se enfrenta a varios riesgos:
- La inflación, asociada a la consiguiente pérdida de poder adquisitivo.
- La incapacidad de lograr determinados objetivos económicos financieros («shortfall risk» o déficit de riesgo). Es decir, el riesgo de no tener suficiente dinero cuando realmente lo necesite.
Por tanto, invertir en una cartera eficientemente diversificada es una forma de garantizar unos rendimientos acordes a su perfil de inversor.
Otro criterio para minimizar riesgos es el rating, que orienta la fiabilidad de las inversiones y es emitido por las agencias calificadoras de rating.
Para muchas personas la parte más difícil es determinar esa cartera eficientemente diversificada. Es por ello que en Grupo Sime contamos con un grupo de expertos asesores financieros que definirán su perfil de inversor para determinar aquellos productos que más le convengan.
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